El Congreso Internacional sobre Desarrollo Social Sostenible (ICOSSOD23), organizado por el Instituto Universitario para el Desarrollo Social Sostenible – INDESS – de la Universidad de Cádiz, se llevó a cabo en la Sede del instituto en el Campus de Jerez del 15 al 17 de marzo.

El objetivo fue reunir a las diferentes entidades que pertenecen al INDESS y a la UCA para conocer las labores de cada una. De esta forma, se contó con la presencia de especialistas locales e internacionales para debatir temas relacionados con la actualidad del desarrollo social sostenible, crear sinergias de diferentes áreas que favorezcan los estudios multidisciplinarios y promover la transferencia a la sociedad y las empresas.

Nuestra participación, desde a Lab3in, se hizo a cargo de la codirectora Siham Zebda quien se encargó de presentar nuestro laboratorio y las labores que hacemos desde el mismo. Insistió en la importancia de estos espacios y la necesidad que tenemos como entidades de conocernos y dar a conocer las actividades que se desarrollan desde el INDESS. Insistió también en la necesidad de la financiación económica y apoyo a las actividades de las entidades miembro.

Por otra parte, también contamos con la presencia de Houssam Bakkali, becario en nuestro laboratorio quien nos contó sobre el tema de su Trabajo Fin de Máster (TFM) desarrollado en el seno de nuestro laboratorio. En él trata los desafíos que tienen las mezquitas de Cádiz con respecto a la inclusión social de las personas musulmanas. Así, pudimos enterarnos que, desgraciadamente, estos lugares no cuentan con los recursos económicos suficientes que permita que las mezquitas puedan posicionarse como centros de educación no formal. Debido a la escasez de recursos económicos, se ha generado que no se pueda contar con una adecuada cantidad de colaboradores que permita el desarrollo óptimo de la mezquita. Por otro lado, tampoco se pueden financiar ningún tipo de proyectos ni actividades. Estos problemas se deben a que las mezquitas subsisten, únicamente, gracias al dinero proporcionado por las familias que recurren a las mismas, limitando su participación con personas externas y evitando que se logre contar con espacios de diálogo intercultural. Además, se ha observado que existen otros problemas como la falta de un espacio dirigido por y para mujeres o, por ejemplo, la necesidad de contar con espacios de diálogo e inclusión de personas musulmanas de habla árabe; así como, empezar a dirigir más actividades con menores sin referentes familiares o jóvenes no tutelados. No podemos olvidar que las mezquitas se convierten en centros socioculturales de educación no formal que ayudan a la sociedad en su conjunto y es por eso que radica la importancia de dotarlas de los mecanismos necesarios para que funcionen óptimamente.